El alce se acerca a una mujer y ella decide seguirle

El andar suave y pausado del alce aumentaba la sensación de misterio, su paso era suave pero sus ojos presagiaban una historia diferente. Cuando la luz del atardecer empezó a desaparecer, Avery se dio cuenta de lo tarde que se había hecho. Lo que había empezado como un viaje rutinario al trabajo se había convertido en algo completamente increíble.

Aunque le intrigaba lo que estaba ocurriendo, sabía que tenía que encontrar el camino de vuelta antes de que la noche convirtiera el bosque en un lugar peligroso. «¿Qué buscas con tanto ahínco?» Susurró Avery, mientras observaba cómo el alce se detenía y miraba a su alrededor.