Decidida a estar preparada, decidió confiar en sus instintos y mantener abiertas sus opciones, a pesar de no sentirse preparada para lo que le esperaba. Con una mezcla de excitación y nerviosismo, Hazel envió un mensaje de texto a su novio, Derek: «Compartir ubicación por si acaso, luego te explico»
Deslizó su teléfono, un pequeño pero crucial vínculo con su mundo mientras se aventuraba en lo desconocido con el oso. El oso avanzaba con paso firme, mirando hacia atrás para asegurarse de que Hazel le seguía el ritmo. A medida que se adentraban en el bosque, la curiosidad de Hazel aumentaba.