El hombre la miró un momento y Lena pensó que diría que sí, pero por desgracia no fue así. «No, lo siento, no…», respondió.
Lena tartamudeó en respuesta: «Oh, lo siento mucho. Es que eres idéntico a mi difunto marido. Sé que probablemente no sea más que una improbable coincidencia, pero estoy buscando explicaciones, para ser sincera»