Unos pescadores se acercan a un iceberg para salvar a un animal varado, pero lo que descubren es mucho más aterrador

Los demás asintieron, y la decisión se tomó sin mediar palabra. Rescatarían al cachorro, sin importar el riesgo. Mallory, siempre cautelosa, volvió a tomar el timón y dirigió cuidadosamente el bote hacia el iceberg.

Mientras navegaban por el laberinto helado, sus ojos no se apartaban de la pequeña figura sobre el hielo. Cuando se acercaron, la magnitud del iceberg se hizo aún más sobrecogedora. Sus imponentes paredes de hielo se extendían muy por encima de la cubierta del barco.