Peter la observó atentamente y por un momento sintió curiosidad. Pero cuando Cindy no vaciló, descartó la revisión por insignificante. Intercambió una mirada de suficiencia con su abogado, la satisfacción de su supuesta victoria volvía con toda su fuerza. Cindy, por su parte, no dio muestras de su satisfacción.
Cuando se firmó el último papel, el juez dio por finalizado el divorcio. Peter se puso en pie, sonriendo mientras estrechaba la mano de su abogado. «Limpio y fácil», murmuró en voz baja, lo bastante alto como para que Cindy lo oyera. Se volvió hacia la puerta, con el rostro sereno, pero la mente aguda.