Una mujer vendió el anillo que le regaló su ex. Cuando el joyero lo vio, ¡no podía creer lo que veía!

Al acercarse al mostrador, Kiara saludó al señor Hermann, el anciano joyero de la tienda, conocido por su pericia y discreción. Sacó el anillo de su caja y lo colocó con cuidado sobre el mostrador de cristal. «Me gustaría venderlo», dijo con voz firme. El anillo captó la luz y su pieza central de esmeralda brilló con un fulgor que la hipnotizó brevemente.

El Sr. Hermann cogió el anillo y se ajustó las gafas mientras lo examinaba con una lupa de joyero. Sus movimientos eran deliberados, su concentración absoluta. Kiara lo observaba atentamente, con el pecho oprimido por la expectación. Después de todo lo que Ethan le había hecho pasar, sentía que merecía algo a cambio, algo que pudiera ayudarla a empezar de nuevo.