Una mujer graba en secreto a un niño adoptado que no era quien decía ser

A pesar de los esfuerzos de Veronica por acallar sus dudas, éstas se negaban a desaparecer. Intentó convencerse de que adaptarse a un nuevo entorno llevaba su tiempo. Pero los extraños incidentes con Esther continuaban, y cada uno de ellos iba minando la frágil sensación de paz de Verónica.

Esther sólo tenía seis años, pero su cuerpo parecía inusualmente desarrollado, más alto y maduro que el de otros niños de su edad. Veronica notó las miradas curiosas de otros padres en el colegio, pero nadie dijo nada en voz alta. Era como si algo no encajara.