Mientras Jason se abría paso lentamente por la abarrotada cola, podía sentir cómo aumentaba su frustración. A su alrededor, los pasajeros se disputaban el espacio. Los niños corrían de un lado a otro mientras sus agotados padres intentaban mantenerlos a raya, con voces de frustración.
Esta escena agitada no hacía más que aumentar la irritación de Jason, que cada vez estaba más molesto con todos los que le rodeaban. Empezó a preguntarse cómo iba a aguantar ocho horas en un entorno tan caótico, temiendo la incomodidad que le esperaba.