Si hubiera identificado antes ese punto naranja entre el gris, ¿se habría evitado toda esta angustia? Jonathan no sabía cómo responder a esa pregunta. Todo lo que podía hacer ahora era esperar y escudriñar el cielo, deseando que la cámara del dron revelara de algún modo un milagro. Y entonces, tras otra noche revisando las mismas imágenes una y otra vez, su corazón dio un vuelco. «¡Espera un segundo!», susurró en voz alta.
Allí, atrapado en una zarza, ¿era un jirón de tela púrpura brillante? Acercó la cámara del dron hasta que no le quedó ninguna duda. Era una cinta igual a la que llevaba Mia en su foto del colegio.