Un dron capta algo que nadie debía ver

Las manos de Jonathan temblaban mientras buscaba a tientas su teléfono. Tenía que llamar al 911 inmediatamente. El operador contestó al segundo timbrazo. «911, ¿cuál es su emergencia?» Jonathan se apresuró a explicar que su dron acababa de detectar una mochila perteneciente a la niña desaparecida Mia Allen en las profundidades de la remota zona boscosa al oeste de Charmouth.

El operador no perdió el tiempo. «Se están enviando agentes a su ubicación ahora mismo. No toquen ni manipulen nada. Vigilen por encima» Pidió la información de contacto de Jonathan y las coordenadas exactas. «Por supuesto, mantendré el dron justo sobre la zona», confirmó Jonathan, con la boca seca. Terminó la llamada con el corazón palpitante. Ya no se trataba sólo de probar su nuevo juguete. Se trataba de la escena de un crimen en potencia…