Un perro no deja en paz a una mujer – Cuando el marido descubre el motivo, llama a la policía

George pasó toda una tarde perdido en artículos de Internet sobre perros de aeropuerto jubilados. Al día siguiente, mientras seguía investigando, notó algo extraño, pero no se trataba de Rex, sino de Zoe. Su comportamiento había dado un giro notable y una sensación de inquietud empezó a instalarse en la mente de George. ¿Qué le pasaba?

Evitaba mirarle a los ojos y se sumía en sus propios pensamientos. Pero fue una mañana en particular la que hizo saltar las alarmas en la mente de George. Fue la mañana en que miró a hurtadillas su teléfono. Cuando miró el teléfono de Zoe y descubrió el misterioso mensaje, sus sospechas aumentaron. ¿Qué estaba pasando con ella?