Un perro no deja de mirar a la pared – El vecino se horroriza al descubrir la verdad

La situación le parecía cada vez más siniestra cuanto más pensaba en ella. La inquietante atmósfera de la casa del Sr. Carlton, la inquebrantable mirada del perro y la peculiar presencia de la carne dejaban a Henry con una creciente sensación de desasosiego.

Henry no dejaba de darle vueltas a los inquietantes sucesos en su mente, incapaz de deshacerse por completo de las perturbadoras imágenes del sótano. Su curiosidad e inquietud crecían y le empujaban a enfrentarse directamente al Sr. Carlton.