Un perro no deja de mirar a la pared – El vecino se horroriza al descubrir la verdad

En un rincón, detrás de una pila de cajas polvorientas, Henry encontró un viejo cajón de madera parcialmente oculto. Su corazón se aceleró mientras se acercaba con cuidado, el olor a humedad y podredumbre se hacía más fuerte a cada paso.

En un extremo del sótano, los ojos de Henry se vieron atraídos por una visión inesperada: un congelador grande y anticuado. ¿Un congelador en el sótano? pensó, perplejo. La curiosidad y la inquietud se agitaron en su interior a medida que se acercaba.