Su perro se adentró de repente en el bosque y lo que encontró a continuación le heló la sangre

Pero a medida que pasaba páginas, se producía un cambio. Al principio fue sutil: las descripciones del escritor sobre avistamientos de alces solitarios se obsesionaron con los ejemplares más grandes, con notas sobre su tamaño y posibles debilidades.

Luego, las referencias a una rumoreada cría de alce blanco empezaron a salpicar los márgenes, subrayadas en negrita. Las frases, antes rebosantes de curiosidad, llevaban ahora un trasfondo de urgencia, insinuando algo que iba más allá de la mera observación.