El escritor estaba cautivado por los extraños sonidos del oscuro bosque, y cada ruido despertaba algo en lo más profundo de su ser. Jacob se dio cuenta de que los dibujos del diario habían cambiado y ahora se centraban en los osos, pero no eran dibujos normales.
Las anotaciones del diario se volvieron más detalladas, describiendo los extraños comportamientos de los osos y su inquietante presencia en el bosque. La fascinación del escritor por estos animales se volvió oscura, y sus palabras se llenaron de una mezcla de asombro y miedo.