Su perro se adentró inesperadamente en el bosque y, cuando por fin lo encontró, ¡se le heló la sangre!

Dividido entre permanecer oculto y descubrir lo desconocido, se acercó, impulsado por el encanto de presenciar algo extraordinario. La mente de Jacob bullía de preguntas. ¿Por qué el oso le había conducido a este lugar exacto en la naturaleza?

Para sorpresa de Jacob, encontró un campamento en el claro. Alguien había estado allí recientemente: había una hoguera y una tienda de campaña, lo que indicaba actividad humana reciente. Este descubrimiento fue a la vez un alivio y un rompecabezas, que se sumó al misterio de quién había estado aquí tan profundamente en el bosque y por qué.