Tras un angustioso viaje a través de las oscuras y traicioneras alcantarillas, Dave finalmente captó el sonido que había estado siguiendo. Pero a medida que se acercaba, el ruido se convirtió en algo irreconocible, siniestro y alarmante. Se le erizó el vello de la nuca al preguntarse qué le aguardaba.
A medida que Dave se acercaba a la fuente de los gritos, un destello de luz llamó su atención. Mientras se acercaba con cautela, vio un par de orbes brillantes en la distancia, reflejándose en él como un depredador acechando a su presa. En ese momento, el corazón de Dave latió con fuerza en su pecho al darse cuenta de que se había metido en una situación peligrosa. Sabía que tenía que actuar rápido y salir de allí. Con la adrenalina corriendo por sus venas, Dave se dio la vuelta y corrió tan rápido como pudo, sus pasos resonando en las húmedas paredes del túnel. Fue una huida angustiosa, pero Dave estaba agradecido por haber salido con vida.