Cada día, un perro se asoma a un desagüe pluvial: ¡descubrimiento espeluznante al abrirlo!

El corazón de Dave se hundió al darse cuenta de la gravedad de la situación. Su entusiasmo y determinación iniciales se habían convertido en miedo y desesperación mientras luchaba por encontrar el camino de vuelta. La tenue luz de su teléfono se sumaba a la inquietante atmósfera de la cloaca, haciéndole sentir aún más aislado y vulnerable. El peso de su responsabilidad pesaba sobre sus hombros al darse cuenta de las posibles consecuencias de sus actos. El tiempo se agotaba y Dave sabía que tenía que tomar una decisión rápida si quería tener alguna posibilidad de salir.

A medida que aumentaba la ansiedad de Dave, por fin se dio cuenta de la gravedad de su error. Estaba perdido, desorientado en la laberíntica oscuridad y con la batería de su teléfono agotándose. El tiempo se agotaba y no podía permitirse que cundiera el pánico. Tenía que mantener la calma, concentrarse y encontrar la forma de volver al camino que había abandonado antes de que fuera demasiado tarde.