Cada día, un perro se asoma a un desagüe pluvial: ¡descubrimiento espeluznante al abrirlo!

A pesar de las reservas del propietario de la empresa de remolque sobre la manipulación de la propiedad del gobierno, la determinación de Dave se mantuvo inquebrantable. Ya no le preocupaban los posibles riesgos, pues ahora su único objetivo era acceder al sistema de alcantarillado.

Dave había estado luchando con la situación durante horas, tratando de encontrar una manera de pasar el inmóvil pastor alemán. Intentó llamarlo, atraerlo con comida e incluso moverlo físicamente, pero fue en vano. El perro permanecía en su sitio, silencioso y vigilante. La frustración de Dave empezó a desbordarse al darse cuenta de que se le estaban acabando las opciones. No podía permitirse perder más tiempo ni recursos en esto, especialmente con la presión añadida de las posibles consecuencias legales. Sin embargo, tampoco podía dejar la situación sin resolver. Mientras miraba fijamente al perro, su mente bullía de ideas, desesperada por encontrar una solución que no implicara dañar al animal ni infringir ninguna ley.