Dave se dio cuenta de que no podía esperar más a que alguien le ayudara. Sabía que tenía que actuar rápido antes de que fuera demasiado tarde. Inmediatamente se puso en contacto con el propietario de una empresa de grúas que conocía y le explicó la grave situación. Esperaba que la empresa de remolque dispusiera de las herramientas necesarias para levantar la pesada tapa del desagüe y descubrir el misterio que había debajo.
El propietario de la empresa de remolque hizo una sugerencia con la que Dave no se sentía del todo cómodo: llamar a la policía. Dave sabía que llamar a las autoridades conllevaría un largo proceso y posibles multas, así que tenía que pensar rápido. Necesitaba una razón válida para justificar la intervención de los servicios de emergencia, ya que no podía arriesgarse a ser sancionado si, después de todo, no había nada en el desagüe.