Cada día, un perro se asoma a un desagüe pluvial: ¡descubrimiento espeluznante al abrirlo!

Mientras Dave relataba a los agentes sus intentos de rescatar a quienquiera que estuviera atrapado en el desagüe, se dio cuenta de la magnitud de la tarea que tenía por delante. A pesar de sus esfuerzos por levantar la tapa, seguía obstinada en su sitio, aparentemente sellada por años de corrosión. Desesperado, intentó utilizar un palo metálico cercano como palanca, pero fue igualmente inútil. Los demás curiosos, que antes habían dudado en acercarse, se reunían ahora a su alrededor, con expresiones que mezclaban la curiosidad y la preocupación.

Poco a poco, una multitud cada vez mayor se reunió en torno a Dave, atraída por los espeluznantes ruidos que emanaban de la alcantarilla. A medida que el grupo crecía, Dave sintió la esperanza de no ser el único que se sentía obligado a actuar. Juntos, podrían trabajar para liberar lo que fuera que estaba atrapado allí abajo, y tal vez poner fin a los inquietantes sonidos que habían plagado la calle durante tanto tiempo.