Curiosa por conocer su identidad y la historia de sus padres, Mary buscó respuestas en Google. La mayoría de los resultados sugerían someterse a una prueba de ADN ancestral, que podía descubrir a parientes vivos y proporcionar información sobre sus antepasados y el linaje de sus padres, ofreciéndole la claridad que tanto tiempo llevaba buscando.
Entusiasmada por la posibilidad de obtener por fin respuestas, Mary no perdió el tiempo. Se puso en contacto con un especialista local en ADN y concertó una cita para el fin de semana. La idea de descubrir más cosas sobre su familia y sobre sí misma la llenaba de ilusión.