Una prueba de ADN hizo que una mujer se diera cuenta de que le habían mentido durante casi 70 años

Esmerelda, que había tenido tanto miedo de contar la verdad, se sentó al lado de Mary y vio cómo llegaban las respuestas. «Nunca pensé que a nadie le importaría», admitió con voz temblorosa. «Siempre creí que la gente seguiría viéndole como un traidor. Pero ahora le ven como era»

Mary y Esmerelda recibieron mensajes de veteranos, historiadores e incluso de personas que habían vivido la guerra de Vietnam. Algunos recordaban al líder político que su padre había salvado. La avalancha de compasión y respeto hacia su padre las conmovió profundamente, ayudándolas a curar viejas heridas.