El especialista dio unos pasos vacilantes hacia Mary, pero evitó mirarla y se quedó mirando al suelo. Sus manos temblaban ligeramente y se esforzaba por encontrar las palabras adecuadas. Mary sintió un escalofrío. «¿Qué ha encontrado?», preguntó con voz firme a pesar de su creciente temor.
En lugar de responder, el especialista la instó a marcharse. La frustración de Mary se desbordó. Primero su hermana le había advertido y ahora el especialista se negaba a terminar la prueba. «¡No!», espetó. «¿Qué está pasando? Merezco saber la verdad»