El veterinario llegó y examinó cuidadosamente al caimán, determinando que el bulto era en realidad una masa grande y dura que parecía estar adherida a los órganos del caimán. La veterinaria sabía que tenía que operar para determinar la causa de la masa y salvar potencialmente la vida del caimán.
La operación fue un éxito y la veterinaria pudo extraer la masa sin causar más daño al caimán. Pero cuando lo abrió, nadie podía creer lo que vio.