Un crucero se topa con piratas, ¡pero lo que hace un valiente pasajero los deja a todos atónitos!

El pulso de Nathan se aceleró y sacó su teléfono para llamar urgentemente a Samantha. «Sam, escúchame», dijo, con voz grave pero firme. «Ve a nuestra habitación y cierra la puerta. No se la abras a nadie, oigas lo que oigas»

La preocupación en su voz era imposible de ocultar, pero él sabía que ella entendería la seriedad. Ella dio un tenso asentimiento antes de colgar, dejando a Nathan con la tarea que tenía entre manos. Salió corriendo hacia el camarote del capitán, seguido de cerca por varios guardias de seguridad.