Al principio, lo que vieron no parecía demasiado alarmante. Lily parecía adorar al gato y Whiskers correspondía a su afecto. Sin embargo, cada vez que acostaban a Lily para dormir o veían que se quedaba dormida, Whiskers permanecía firmemente a su lado, inquebrantable en su presencia.
Aunque en un principio este comportamiento no parecía muy peligroso, no podían negar que se estaba desarrollando algo peculiar. El cariño que Lily sentía por el gato y la reciprocidad de Bigotes eran innegables. Sin embargo, el hecho de que nunca se separara de Lily cuando se iba a la cama o se quedaba dormido suscitaba preocupación.