Una niña se burla de un niño con sobrepeso en la escuela. ¡Años después, él ríe el último!

Cuando Ariel salió de la habitación, Lucas sintió que le invadía una sensación de cierre. Sintió un inmenso orgullo al enfrentarse a su pasado y elegir superarlo. Al perdonar a Ariel, había puesto fin al círculo vicioso de crueldad.

Por fin había superado el dolor de sus años de instituto. Con un renovado sentido del propósito, Lucas volvió a su trabajo, sabiendo que había hecho lo correcto. En ese momento, Lucas supo que ya no se definía por su pasado, sino por la fuerza y la bondad que llevaba a su futuro.