Pero permaneció sentado en su silla. Mientras respiraba profundamente, intentando serenarse, miró a Ariel por primera vez desde el instituto. Parecía diferente, más desgastada y humilde, pero no había duda de sus rizos castaños y sus ojos verde bosque. La confianza de Ariel pareció flaquear por un momento al darse cuenta de quién era él.
«¿Lucas?», dijo, con la voz llena de sorpresa y una pizca de ansiedad. «Hola, Ariel», respondió Lucas, con voz firme y serena. «Ha pasado mucho tiempo» Ariel bajó la mirada, claramente incómoda. «Bueno, esto es incómodo, pero estoy aquí para la audición»