El canal de YouTube de Lucas empezó a ganar adeptos. Su sinceridad, su vulnerabilidad y su incansable afán de superación inspiraron a la gente. Le llovían los comentarios de los espectadores, que lo veían como un faro de esperanza, un testimonio del poder de la resistencia y el trabajo duro.
Y pronto, Lucas superó los 500.000 suscriptores en YouTube, lo que le impulsó hacia una fama y una popularidad que nunca antes había visto ni experimentado. El que fuera un chico marginado y marginado socialmente se había convertido en un hombre seguro de sí mismo y gallardo.