Lucas no se lo podía creer. Debían de estar de broma, ¿no? Nadie sería tan cruel con alguien a propósito. ¿Cómo podían hacerle esto delante de todo el mundo? Parado en el umbral de la puerta de Ariel, la cabeza de Lucas daba vueltas con los pensamientos a mil por hora.
Sintió que un profundo rubor le subía por el cuello mientras se daba la vuelta y salía corriendo del jardín. Un millón de pensamientos se agolpaban en su cabeza. Seguramente, esto no podía ser real, ¿verdad? Ariel nunca le haría esto, ¿verdad?
Estaba muy equivocado. Lo que pasó con Lucas esa noche fue nada menos que una pesadilla. Todo su mundo parecía desmoronarse delante de sus ojos, junto con su tierno corazón, pisoteado por la chica que amaba. Pero, ¿por qué haría ella eso? Por desgracia para Lucas, la verdad que estaba a punto de descubrir era mucho más oscura de lo que esperaba.