3. ¿Te imaginas cómo un pequeño gatito puede convertirse en un símbolo de esperanza en medio de una zona de guerra? El sargento de la Infantería de Marina Frank Praytor, atrincherado detrás de sacos de arena en una sombría trinchera, acuna una discreta bola de pelo llamada «Miss Hap» Su nombre no es una coincidencia: nació en un mundo caótico en el que su madre tuvo un final trágico por el ruido que hacía y su hermana fue aplastada sin querer por un compañero.
Pero, contra todo pronóstico, la señorita Hap sobrevivió al caos. Cuando Praytor fue embarcado, el viaje de la pequeña superviviente no terminó ahí. Encontró el camino de vuelta a Estados Unidos con otro soldado, encarnando la resiliencia en los lugares más inesperados. En pleno conflicto, esta gatita huérfana demostró que, incluso en los momentos más oscuros, la esperanza puede surgir de las fuentes más insospechadas.