15. ¿Imagina lo que se sentía siendo un niño en los años 30, cuando el Club de Mickey Mouse arrasó en todo el país? Hubo un tiempo en que las familias se reunían en torno a la radio y acudían en masa a los cines, deseosas de sumergirse en el caprichoso mundo de Mickey, Minnie y sus amigos animados. No se trataba sólo de un espectáculo, sino de un fenómeno cultural que cautivó los corazones y la imaginación de los niños de todo el país.
Los niños no sólo lo veían, sino que lo vivían, formando sus propios clubes y luciendo esas icónicas orejas de ratón como insignia de pertenencia. El Club de Mickey Mouse no era sólo un pasatiempo, sino una aventura mágica que difuminaba los límites entre fantasía y realidad, dejando un legado de alegría y asombro que sigue resonando de generación en generación. ¿Cuál es hoy tu forma favorita de mezclar imaginación y realidad?