Su familia no le daba importancia, suponiendo que era una característica única de su cuerpo, una suave curva que añadía carácter a su delgada complexión. Esta pequeña protuberancia… era una extraña rareza, un rasgo distintivo que hacía de Rohan… bueno, Rohan.
Con el paso de los años, el estómago de Rohan empezó a crecer de forma desproporcionada con respecto a su esbelto cuerpo. Al principio, no se dio cuenta. Era sólo un niño, más preocupado por sus aficiones infantiles que por su físico. Sin embargo, la irregularidad pronto llamó la atención de su comunidad.