Le hizo una serie de pruebas, como análisis de sangre y radiografías. Mientras el veterinario realizaba la ecografía, frunció el ceño y miró a su ayudante. El corazón de Cassandra se aceleró de ansiedad. ¿Qué podría estar observando?
A continuación, el veterinario preguntó sobre una serie de temas relacionados con la serpiente, como sus pautas de alimentación y sueño. En ese momento, Cassandra divulgó su ritual nocturno de unión. «Cassandra, me temo que tengo noticias inquietantes», dijo, intentando mantener la compostura. Decidió enseñarle la ecografía.