No le devolvieron el dinero e incluso le pidieron que cambiara su mala crítica. Esperamos que le arreglaran el pelo y que mantuviera su crítica tal y como estaba, ¡para advertir a los demás de su aventura en la peluquería!
Debía de estar entre sorprendida y triste. Los rizos no se ondulaban como en la preciosa foto. Al ver su reflejo, probablemente pensó: «Cerca, pero no cupcake» Esperemos que sus ondas vuelvan a ser perfectas