Una de las ideas de Margaret era utilizar las redes sociales. Pensó en publicar una foto del niño en Internet, con la esperanza de que sus padres la vieran. Pero esto también tenía un inconveniente. ¿Y si reaccionaban personas malintencionadas? ¿O si los padres se enfadaban porque Margaret había colgado una foto de su hijo en Internet sin permiso? No, debía buscar una alternativa.
Pero primero había algo más con lo que Margaret tenía que lidiar.