¿Y si pasa algo?», pensó, escudriñando la playa desierta en busca de cualquier señal de ayuda en caso de que la necesitaran. No se trataba de tener miedo, sino de ser un futuro padre que lo único que quería era mantener a salvo a su familia.
Mientras seguía los alegres pasos de María, su instinto protector se dispara, aunque intente ocultarlo con una sonrisa. Todo va a salir bien, se tranquilizó, respirando profundamente el aire salado, con la esperanza de que calmara sus pensamientos acelerados.