La representación de la IA de Marco aporta cierta calidez y profundidad al emperador, reflejando su naturaleza estoica. La imagen deja entrever el porte reflexivo y sereno que definía a uno de los Cinco Buenos Emperadores de Roma.
La imagen AI de van Gogh revela la cruda emoción y la agitación interior que reflejan sus ojos. Es un claro recordatorio de la lucha del artista, aportando un toque personal al hombre detrás de obras de arte icónicas.