Una familia adopta a una niña de cinco años, pero cuando aprende a hablar inglés, ¡descubren una horrible verdad!

Abandonada por su madre tras la muerte de su padre, Eva vivía en un orfanato de Uganda que parecía a punto de derrumbarse sobre sus cabezas. Las condiciones del orfanato eran terribles.

Los niños estaban metidos en las habitaciones como pollos, las paredes parecían que se iban a derrumbar en cualquier momento y el yeso se descascarillaba por todas partes. Las fotos mostraban a niños con ropas andrajosas, con ojos que parecían demasiado viejos para sus jóvenes rostros. Conmocionados por las actuales circunstancias de Eva, Natalie y Adam sintieron la urgente necesidad de actuar.