Los retazos de información que Eva podía proporcionarles -los nombres de sus hermanos, la distribución de su casa y las pocas frases que recordaba en su lengua materna- eran todo lo que tenían para seguir adelante. El equipo de Riley inició la búsqueda poniéndose en contacto con las autoridades locales, los orfanatos y las comunidades de Uganda.
Fue un proceso minucioso en el que hubo que rebuscar en los registros, entrevistar a los lugareños y seguir todas las pistas, por pequeñas que fueran. Las semanas se convirtieron en meses y los Smith esperaban ansiosos noticias.