Una familia adopta a una niña de cinco años, pero cuando aprende a hablar inglés, ¡descubren una horrible verdad!

Una noche, mientras indagaban en foros, se toparon con un grupo de padres adoptivos que habían sufrido discrepancias similares. Natalie se puso en contacto con ellos, les contó su historia y les pidió consejo. Las respuestas fueron reveladoras y aterradoras. Hablaron de cómo habían adoptado a un niño de Namibia que había sido secuestrado y dado en adopción por la agencia de adopción.

Esto conmocionó a Natalie. Seguro que a Eva no la habían secuestrado, ¿verdad? Asustada y preocupada por lo que pudiera haberle ocurrido a Eva, Natalie pidió ayuda a la pareja y consiguió la información de contacto de un experto en fraudes de adopción: Riley Stuarts.