Una familia adopta a una niña de cinco años, pero cuando aprende a hablar inglés, ¡descubren una horrible verdad!

En cuanto Eva bajó las escaleras miró a los Smith con lágrimas no derramadas en los ojos. «Quiero ir a casa. Echo de menos a papá y a mamá» dijo Eva. Estas palabras provocaron un escalofrío en la pareja. ¿De qué estaba hablando Eva?

Natalie y Adam se quedaron paralizados y su alegría se evaporó en un instante. La habitación, decorada con vibrantes globos y alegres adornos, parecía ahora sofocante. Intercambiaron miradas preocupadas, tratando de procesar las palabras de Eva.