Peter, aún conmocionado por el encuentro, se acercó lentamente. La cruda emoción del hombre lo conmovió y lo sacudió. Arrodillado a su lado, Peter le puso una mano firme en el hombro. «¿Estás herido? ¿Qué ha pasado aquí?», preguntó con voz tranquila pero llena de urgencia.
El hombre, que se presentó como el Dr. Yakub, se secó la cara y comenzó su desgarrador relato. Explicó que formaba parte de un equipo de investigación marina y que su barco había quedado varado después de que una brutal tormenta de nieve dañara sus motores. Sin energía y con cada vez menos suministros, sus compañeros fueron sucumbiendo uno a uno al implacable frío ártico.