Su decepción disminuyó y fue sustituida por una oleada de curiosidad. La idea de que alguien más estuviera aquí, en esta remota llanura, parecía improbable, pero la clara evidencia de las huellas le intrigaba.
Empezó a preguntarse quién podría haberlas dejado y por qué se encontraban en este tramo remoto y helado. A medida que Peter continuaba caminando, encontraba más y más pruebas de sus propias sospechas. ¿Podría ser realmente? pensó al ver una luz de emergencia abandonada que sobresalía de la nieve.