Un marine corre a casa a saludar a su mujer, pero se sorprende al verla

Lo que más preocupaba a Natasha era pensar en su marido, que estaba lejos, en un país extranjero, completamente ajeno a su situación. Mientras pensaba qué hacer, decidió ocultarle el secreto por el momento.

La mayor parte de sus días los dedicaba a las tareas domésticas y al cuidado de sus hijos. Sin embargo, se aseguró de mantener un contacto regular con su marido, como siempre habían hecho. Sabía que si cambiaba de comportamiento, él se daría cuenta enseguida, así que hacía todo lo posible por actuar como si todo fuera normal.