Un marine corre a casa a saludar a su mujer, pero se sorprende al verla

Ocultarle la verdad a Chris, que estaba a miles de kilómetros de distancia, era un reto, pero ocultársela a sus hijos era otro. Natasha tuvo que convencer a sus hijos de que no ocurría nada fuera de lo normal. «Cuando mi hija mayor empezó a darse cuenta, le dije que estaba engordando», bromeó Natasha.

Además, tuvo que enfrentarse a su propia impaciencia. Natasha estaba muy emocionada y apenas podía guardarse el secreto. En más de una ocasión sintió el impulso de llamar o enviar un correo electrónico a su marido para revelarle la gran sorpresa. Sin embargo, consiguió contenerse una y otra vez.