Para colmo, tenía que mantener la fachada de normalidad ante sus hijos. Era una lucha mantener la rutina diaria y no dejar traslucir sus preocupaciones. Tenía que ser fuerte por ellos, pero cada vez que miraba sus inocentes ojos, su corazón se rompía un poco más.
El mes adicional le pareció una eternidad, pero por fin Chris estaba de camino a casa. Natasha se sintió aliviada y ansiosa al mismo tiempo. Se moría de ganas de volver a verlo, pero también tenía miedo de lo que pudiera pasar cuando él descubriera el secreto que ella le había estado ocultando durante meses.