Una solución rápida para esto requiere, además de tu fiel WD-40, un peine. Rocía el cepillo y espera unos segundos. Pasa el peine por los mechones, observa cómo todo se pega a él y libera el cepillo de todos los pelos enredados. Ahora ya no tienes que tirarlo.
Antes de castigar a tu hijo o hija, debes saber que hay una solución sencilla. Usa un poco de (lo has adivinado) WD-40 y tendrás las paredes relucientes en un santiamén. Te recomendamos que antes hagas una foto; nunca se sabe si tu hijo se convertirá algún día en un artista famoso.